El comportamiento del perro no es misterioso y críptico
como el de los gatos, sino que se manifiesta abiertamente servicial día tras día. Son leales, dispuestos al sacrificio y francamente solidarios. Una reciente investigación llevada a cabo en Japón por el equipo de
Kazuo Fujita, un profesor de Procesos Cognitivos Comparados en la
Universidad de Kyoto, nos conduce, sin embargo a hallazgos sobre rasgos desconocidos e insospechados del comportamiento de este cánido.
El experimento: cuándo aparecen intrusos
Los científicos han hecho pruebas con
58 perros divididos en tres grupos, llevando a cabo un curioso juego de roles. El dueño de cada perro tenía que abrir una caja acompañada de dos personas desconocidas. En el primer grupo los desconocidos rehusaron ayudar al dueño del perro y en el segundo grupo sólo uno de ellos consintió en asistirlo en su trabajo; tanto en un grupo como en el otro, el segundo desconocido permaneció completamente neutral. En el tercer grupo, los desconocidos no interactuaron con el dueño del animal. Luego de este corto proceso de presentación,
los desconocidos intentaron ofrecerle comida a los perros, lo que despertó reacciones diversas en los cuadrúpedos.
El resultado: el perro es realmente el mejor amigo del hombre
No fue una gran sorpresa, pero quedó demostrado: los perros, literalmente, rechazaron a aquellos que no habían tratado bien a sus dueños;
la oferta de un atractivo bocado no fue capaz de romper la firme convicción de los perros dispuestos, que la declinaron por lealtad a sus dueños. Como nos explica el Profesor Fujita: "Hemos encontrado por primera vez pruebas científicas que evidencian que los perros hacen una evaluación emocional y social de la gente independiente de sus propios intereses directos. Esta capacidad es uno de los factores centrales en la construcción de una sociedad altamente colaborativa, y este estudio muestra que los perros comparten esta actitud con los humanos". Una profunda armonía, que se diferencia de
la relación entre gatos y seres humanos, y que está íntimamente relacionada con
el papel de líder de la manada que nuestros perros nos atribuyen.